Lufthansa ha probado con éxito durante medio año un combustible para aviones fabricado con biomasa, que ahorra emisiones de CO2 y azufre, y que es totalmente compatible con los motores convencionales.
En total, se realizaron con este combustible 1.187 vuelos entre Hamburgo y Fráncfort, en los que se ahorraron 1.471 toneladas en emisiones de CO2. El proyecto burnFAIR, como se denomina a estos ensayos, ha ido sin problemas. Tal y como se esperaba, el biofuel ha probado su eficacia en vuelos, afirman los responsables de las pruebas realizadas.
Lufthansa ha realizado las primeras pruebas, de seis meses de duración, con un combustible biosintético. Estas pruebas fueron llevadas a cabo en el marco del proyecto burnFAIR, desarrollado para comprobar la eficiencia de este tipo de combustible en navegación aérea. La compañía ha anunciado recientemente que los resultados de estos ensayos han sido positivos.
En total, se llevaron a cabo con este combustible 1.187 vuelos entre Hamburgo y Fráncfort, en los que se ahorraron 1.471 toneladas en emisiones de CO2. El proyecto burnFAIR "se ha desarrollado sin problemas y estamos muy satisfechos. Como esperábamos, el biofuel ha probado su eficacia en vuelos", confirmó Joaquim Buse, vicepresidente de Biofuel para Aviación de Lufthansa.
En el transcurso de las pruebas, fueron consumidas 1.556 toneladas del bioqueroseno. El jueves pasado se realizó el primer vuelo trasatlántico a Estados Unidos con este combustible. Un Boeing 747-400, con 40 toneladas de fuel biosintético a bordo, voló de Fráncfort a Washington.
Solo con este vuelo se ahorraron 38 toneladas de CO2 emitido a la atmósfera, lo equivalente a seis vuelos entre Fráncfort y Berlín.
En línea con el objetivo de la IATA (Air Transport Association) a nivel global, las aerolíneas deben reducir sus emisiones netas de dióxido de carbono un 50% para el año 2050 (respecto a 2005). "Si queremos proteger nuestro clima y por tanto nuestro futuro de manera sostenible, necesitamos ideas y tecnologías innovadoras y una alternativa a los combustibles fósiles compatible con el medio ambiente, particularmente ante la creciente demanda mundial de movilidad", dijo Christoph Franz, presidente del Consejo Ejecutivo de la compañía alemana.
Consume un 1% menos
El queroseno biosintético, según la nota, es tan fiable como el convencional, pero sus efectos ambientales son más levevs. Gracias a su mayor densidad, con él ha sido posible reducir el consumo en más de un 1%. Además, el fuel biosintético está libre de azufre y componentes aromáticos.
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El principio por el cual ahorra emisiones este combustible es simple y está basado en el ciclo del carbono. Las plantas (de las que se obtiene la biomasa, y de ella el biofuel) absorben CO2 de la atmósfera por medio de la fotosíntesis. Cuando los motores de los aviones queman biocombustible, el dióxido es devuelto a la atmósfera, pero en una cantidad un 50% menor que los combustibles fósiles.
"El próximo paso será centrarnos en sostenibilidad, disponibilidad y certificación de las materias primas. Pero primero debemos acceder a este mercado. Sin embargo, Lufthansa solo continuará con los ensayos si podemos asegurarnos el suministro de materias primas sostenibles y certificadas para mantener nuestras operaciones", subrayó Joaquim Buse.
Del 15 de julio al 27 de diciembre del año pasado un Airbus A321 siguió la ruta Hamburgo-Fráncfort ocho veces diarias. Uno de sus dos motores utilizaba una mezcla al 50% del combustible normal y el biosintético. El objetivo de esta prueba de larga duración era observar el efecto del biofuel en el medio ambiente, y en el mantenimiento y la vida útil de los motores.
Producción del biofuel
El biofuel utilizado por Lufthansa se produce licuando la biomasa, y se conoce como BtL (Biomass to Liquid). La productora es la petrolera finlandesa Neste Oil. El material no afecta de ningún modo a los pasajeros, porque es totalmente compatible con el queroseno tradicional; y los motores no necesitan ninguna modificación.
El hecho de usar el biofuel solo en uno de los dos motores de los aviones tiene como objetivo hacer una comparación entre ambos. Sin embargo, no se puede usar una mezcla con más de un 50% de biofuel, puesto que los componentes aromáticos de los que carece éste son esenciales para el funcionamiento del motor.
La elección de la ruta Hamburgo-Fráncfort se debe a que es Hamburgo donde Lufthansa tiene sus cuarteles generales, y puede mantener separado el biofuel del combustible normal, en tanques especiales. Lufthansa también ha llegado recientemente a un acuerdo de colaboración con la compañía australiana Algae.Tec, para evaluar conjuntamente el potencial del óleo de algas como futura fuente sostenible de combustible para aviones.
Fuente: http://www.tendencias21.net/Lufthansa-prueba-con-exito-un-combustible-biosintetico_a9506.html
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