La falta de mercado para su producción ha sumido en una profunda crisis la planta de biodiésel de Entabán, ubicada en Caneliñas. Así se desprende de la situación laboral en el complejo y de las declaraciones del director de Desarrollo de la compañía, José Luis López.
Las instalaciones se inauguraron en junio del 2008 tras una inversión de cerca de 48 millones de euros. Se puso en marcha con cerca de cuarenta operarios, en su mayor parte jóvenes de la comarca. El hecho de que no se genere combustible ecológico produjo, no obstante, un goteo de bajas a lo largo de los meses que concluyó con la aplicación de un ERE en julio del pasado ejercicio. Afectó a cinco operarios que, finalizado ese período, han resultado despedidos, tal y como han confirmado fuentes de los trabajadores y, posteriormente, corroboró el enlace sindical de Entabán.
En la actualidad el complejo cuenta solo con diez operarios que se dedican a «tareas de mantenimiento».
Consultado sobre la situación, José Luis López se limitó a señalar ayer que la situación es «muy difícil, pero no solo para nosotros, sino para todo el sector» y que la compañía está «a la expectativa» de la puesta en marcha de un decreto que incentive el biodiésel nacional frente al de importación, lo que aliviaría la situación.
¿Un cierre?
Reconoció el alto cargo de Entabán que «sin producir» no se puede mantener el empleo. Y consultado sobre un hipotético cierre del complejo declinó realizar declaraciones al respecto apelando al consejo de administración de la firma y a esas «expectativas» sobre medidas proteccionistas del Gobierno.
Fuente: La Voz de Galicia
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